La nutricionista del Hospital de Coinco, Constanza Severino revela la lucha feminista para cambiar ciertos modelos que impactan en la salud principalmente de la comunidad femenina.
Con motivo de la reciente conmemoración del Día Internacional de La Mujer, el Hospital de Coinco, decidió abordar este tema, entrevistando en su programa “Mas Salud Coinco”, a la nutricionista Constanza Severino, quien nos entregó su visión respecto a cómo ha afectado la visión patriarcal, en los estereotipos de belleza femenina, generando diversos trastornos alimenticios. Constanza Severino, comenzó su intervención explicando la influencia de este movimiento y su impacto en la comunidad sosteniendo que “es súper importante, cómo el feminismo está contribuyendo a derribar cánones de belleza que ni siquiera nos pertenecen. Se hace mucho la comparación de la mujer europea con la mujer latinoamericana, que es muy diversa, lo que hace muy complejo para nosotros el tener ese canon de belleza tipo nórdico, esto nos hace pensar que nuestra corporalidad está errónea y que deberíamos empezar a acercarnos más a ese modelo”. “Esta insatisfacción corporal ha alcanzado tal impacto, que en los últimos dos años hay muchos estudios que hablan respecto a que los trastornos de la conducta alimentaria han aumentado de manera exponencial. Hay diversos tipos, dentro de ellos está la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, la anorexia purgativa y así se van sucediendo otros trastornos como la vigorexia o la ortorexia. Todo esto es diagnosticado por psiquiatra y un grupo multidisciplinario de profesionales, que observan un patrón que va dando indicios, de que vamos encaminándonos a un desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria”, complementó la nutricionista. Dentro de los factores que pueden provocar estos desórdenes, la profesional identifica que “tenemos una mala relación con la comida, con nuestro cuerpo y además vamos propiciando instancias en las que ya no tengamos que lidiar con eso, por ejemplo, comidas familiares. Se empiezan a utilizar métodos para cumplir con un peso o una forma de cuerpo que yo quisiera tener. Es una condición psiquiátrica que no está cubierta por el GES, que tiene una alta incidencia, que no se estudia, entonces por eso es súper importante que las mujeres empecemos a ver estos cánones de belleza como lo que son, un modelo en el cual yo no encajo, porque soy distinta, porque soy latinoamericana”. Constanza comenta que la tendencia de estas patologías siempre es mayor en el sexo femenino, no quiere decir que no se de en los hombres, pero predomina en las mujeres y se debe básicamente a que “este constructo de belleza, que se nos ha impuesto incluso desde la edad media, época en la que se cosificaba mucho a las mujeres como algo carnal, y la mujer para poder purificarse tenía que hacer ayuno, lo que en algunas religiones se sigue practicando y se le llamaba la anorexia purificadora. Luego, en la edad contemporánea, la mujer pequeña, con pechos pequeños, como de un carácter más andrógeno o que no se le reconocía muy bien su género y que iba al gimnasio y que tenía los brazos musculosos, se reconocía como una mujer fuerte, que lo podía todo, entonces eso también nos fue creando una ilusión de estereotipo muy errónea. Hay muchos estudios de género que hablan de esto y se ha visto que los hombres tienen menos presión social para tener un canon de belleza. Siempre hay una exigencia del patriarcado por tener una figura delgada, pequeña frágil, como necesitada de protección”, aclaró la funcionaria del hospital. Al término de la conversación, se realizó un contexto histórico respecto al porqué esta es una conmemoración y no una celebración, debido al fallecimiento el ocho de marzo de 1908, de 129 mujeres en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga, reclamando los mismos derechos que sus compañeros varones, reflejando una lucha constante por la reivindicación de los derechos de la mujer, la cual continúa hasta el día de hoy.