1 bolsa de nylon con una sustancia sólida de color blanco, además de 10 chip para teléfonos celulares, fueron incautados oportunamente por funcionarios de Gendarmería al interior del Centro de Educación y Trabajo de la Cárcel de Talca, luego de que el trabajador de una empresa externa entregara un envoltorio sospechoso a uno de los reos que trabaja en dichas dependencias.
La respectiva prueba de campo efectuada por el OS-7 de Carabineros arrojó posteriormente que la sustancia correspondía a 51 gramos de clorhidrato de cocaína, estableciéndose la detención del sujeto que contaba con la debida autorización y confianza para ingresar al taller de aluminios del penal.
De hecho y previo convenio sellado hace años entre una empresa talquina y Gendarmería, se desarrolla un taller de estructuras metálicas en la cárcel con el objetivo de fomentar la reinserción laboral de la población penal. No obstante, uno de los trabajadores de esta firma vulneró este acuerdo para transformarse en un verdadero correo humano que transportó la droga y los elementos tecnológicos, lo cual obliga a revisar y redoblar los respectivos protocolos de seguridad.
Al respecto, el Director Regional de Gendarmería, Coronel José Luis Meza, felicitó a sus funcionarios y dejó “en claro que se trató de un hecho aislado, mientras seguiremos trabajando por la reinserción laboral con esta empresa de aluminios, así como con otras entidades privadas o públicas que aporten en esta misión tan relevante para nuestra institución”.