El pasado sábado, en el emblemático dojo de la Escuela Okinawa-T de Olivar, se llevó a cabo un evento trascendental para la comunidad karateca local. Bajo la dirección de los distinguidos senseis Carlos Pérez y Oscar Cifuentes, los jóvenes y niños de la escuela se sometieron a rigurosos exámenes de grado, marcando así un hito en su camino en las artes marciales.
Desde tempranas horas de la tarde, el dojo se vio colmado de expectación y emoción, con padres y apoderados acompañando con entusiasmo a sus pupilos en esta importante prueba. La velada dio inicio con una cautivadora exposición histórica a cargo del sensei Carlos Pérez, quien contextualizó el significado profundo de los cinturones en la tradición japonesa, agregando un sentido de reverencia y respeto a la ceremonia.
Con determinación y espíritu deportivo, los jóvenes karatecas se enfrentaron a diversas pruebas que pusieron a prueba su destreza, técnica y conocimiento del arte marcial. Desde katas individuales hasta desplazamientos en técnicas avanzadas, pasando por kumite, rompimientos y defensa personal, cada participante demostró un nivel excepcional de habilidad y preparación.
Es importante destacar que el proceso de evaluación no solo se centró en lo técnico, sino también en la formación integral de los alumnos. Valores como el esfuerzo, la dedicación y la disciplina fueron evidentes en cada movimiento y gesto durante el examen.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue el cambio de cinturón, donde los padres tuvieron el honor de colocar el nuevo símbolo de rango en sus hijos, simbolizando el progreso y el compromiso continuo con la disciplina. Además, se entregaron distinciones especiales al alumno más destacado, así como a colaboradores destacados dentro de la comunidad.
La jornada culminó con un ambiente de camaradería, donde padres y alumnos compartieron momentos de alegría y celebración en torno a una taza de café, fortaleciendo así los lazos que unen a esta vibrante comunidad karateca.
En resumen, los exámenes de grado en la Escuela Okinawa-T fueron mucho más que una simple evaluación técnica; fueron una demostración de compromiso, superación y camaradería que seguramente dejará una huella imborrable en todos los participantes. ¡Felicidades a los nuevos graduados y a toda la comunidad por este logro tan significativo!
