Funcionarios y funcionarias de la red asistencial participaron en la primera jornada del programa, que busca entregar herramientas para un trato más humano, inclusivo y respetuoso en salud.
Hospital de Pichilemu se vivió una mañana distinta. Con un ambiente de apertura y diálogo, comenzó el curso “Equidad de género y salud, retos para la acción”, un espacio pensado para que los equipos de salud reflexionen sobre cómo las brechas y desigualdades de género se expresan en la atención y, sobre todo, cómo enfrentarlas.
Durante la jornada, que estuvo dirigida a la comunidad de Cardenal Caro, se compartieron conceptos y experiencias en torno a género, igualdad, violencias y determinantes sociales de la salud, siempre con el objetivo de traducir la teoría en prácticas que dignifiquen la atención de los usuarios y usuarias.
Para la encargada de la Unidad de Género y Buen Trato Laboral del Servicio de Salud O’Higgins, Erika Quintanilla, esta capacitación no es un evento aislado, sino parte de un proceso más profundo que busca transformar la cultura organizacional, ya que se busca que “la equidad y la diversidad sean parte de la esencia de nuestra red. Este curso ayuda a visibilizar experiencias, fortalecer la colaboración y abrir puertas a nuevas formas de liderar, siempre desde la perspectiva de la dignidad y los derechos de las personas”.
Por su lado, la psicóloga Catalina Campos, relatora de la capacitación, valoró la disposición del grupo y el interés por aprender, en donde además “se notó mucho interés en temas de género y eso siempre suma para lograr los objetivos. Lo más importante es tomar conciencia de las brechas que existen, que no se limitan a hombres, mujeres o personas de la comunidad LGTBIQANB+, sino que atraviesan a todos en distintas formas.”, explicó.
Las palabras de los y las participantes también reflejan el impacto de este encuentro. Este es el caso de la auxiliar de servicio de la Central de Alimentos del Hospital de Pichilemu, Betzabé San Martín quien destacó que llegó con muchas dudas, pero se fue con nuevas certezas. Además, “me gustó aprender sobre identidades de género y cómo podemos aplicarlo en nuestro trabajo para que todas las personas se sientan tratadas de igual forma. Invito a mis compañeras a sumarse, porque nunca está de más aprender”.
Desde Litueche, la matrona María José González destacó el valor práctico de lo aprendido, siendo esta una “instancia muy positiva, que nos entrega herramientas para el trabajo diario con adolescentes, adultos y niños. Me voy agradecida y con ganas de aplicar todo lo aprendido en la comuna, compartiéndolo con mis colegas y con la comunidad”.
El curso continuará con nuevas fechas: 23 y 24 de octubre en Nancagua y 19 y 20 de noviembre en Rancagua. Más allá de ser una capacitación técnica, estas instancias se han convertido en un espacio de encuentro y reflexión que permite a los equipos reconocerse en sus experiencias y cuestionar prácticas que muchas veces pasan inadvertidas. Hablar de equidad de género en salud es, en el fondo, hablar de dignidad, de cómo cada persona merece ser tratada sin prejuicios ni barreras que limiten su acceso a la atención. Al mismo tiempo, es una invitación a los propios funcionarios y funcionarias a mirarse entre sí con mayor respeto y empatía, fortaleciendo el clima humano dentro de los equipos.
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