Aunque pueden estar cómodos en sus cargos, existen factores que hacen evaluar cambiarse de trabajo. Una encuesta reveló los principales motivos que generan una de los mayores dolores de cabeza de las empresas, la retención de talento.
En plena recta final del año, no solo las empresas realizan sus evaluaciones y proyecciones. Los trabajadores también usan esta etapa para reflexionar, especialmente los ejecutivos que toman las decisiones y guían los destinos de las organizaciones donde trabajan. Y, dentro de esa lógica, surge la pregunta sobre ¿cuáles serían los principales factores que los harían considerar un cambio de empleo?
En un sondeo realizado por la consultora Robert Half, ejecutivos de diversas empresas del país indicaron que evaluarían irse a otro de trabajo si les ofrecen un paquete de remuneración más competitivo (65%), un mayor equilibrio entre vida personal y laboral (46%) y una cultura organizacional más alineada con sus valores (37%).
Un poco más atrás, los trabajadores indicaron la posibilidad de tener nuevos desafíos más estimulantes (31%) y oportunidades de crecimiento y ascenso (29%).
“Los resultados ponen el foco en cómo retener a sus talentos, una de las grandes preocupaciones de las empresas”, analizó el director asociado de Robert Half, Caio Arnaes, quien profundizó recordando que hoy es fundamental tomar decisiones “de manera estratégica para evitar perder profesionales clave. Y, para eso, hay que ir más allá del salario ofrecido y considerar las necesidades de cada trabajador y compatibilizarlas con las posibilidades de la empresa en términos de beneficios no salariales y el cuidado de un ambiente laboral sano, desafiante y promisorio para el desarrollo de carrera”.
¿Cómo promover la retención y atracción de talentos?
Al respecto, conservar a los profesionales más valiosos requiere un esfuerzo decidido y sostenido por parte de las empresas.
Además de un salario competitivo, dentro de las líneas de acción para lograrlo, es importante que las empresas consideren los beneficios no salariales, así como opciones para el desarrollo profesional.
También resulta fundamental que la empresa posea una cultura organizacional positiva, basada en criterios de reconocimiento, flexibilidad, inclusión y bienestar, y una comunicación clara, son fundamentales para generar un clima positivo que motive a quedarse e, incluso, atraiga a nuevos talentos.
Escuchar la opinión y las necesidades de los trabajadores resulta clave para construir confianzas y hacerles saber su valor individual y colectivo. Los salarios siguen siendo el principal factor, pero también lo es “ofrecer un ambiente donde puedan crecer, sentirse valorados, conectados con un propósito y con la flexibilidad para equilibrar su vida personal y profesional”, concluyó Arnaes.
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