Pese a la incertidumbre económica, existe un porcentaje de talentos que deciden dejar sus trabajos y embarcarse en nuevos desafíos. Una encuesta, realizada por la consultora Robert Half, explica las razones. El trabajo hay que cuidarlo. En tiempos de incertidumbre económica como la que vive el país, esta frase ilustra lo que la inmensa mayoría de los trabajadores pretende, mantener su fuente laboral. Sin embargo, igual existen profesionales que están dispuestos a dejar sus trabajos, renunciando a ellos de forma voluntaria. ¿Por qué pasa eso?
Según datos obtenidos por la consultora Robert Half, el volumen de rotación voluntaria medido durante el primer semestre del año se mantiene bajo. De hecho, el 55% de los encuestados aseguró que el volumen de rotación voluntaria que experimentó su empresa durante el primer semestre de 2024 es menor al 5%. El 22% reconoció que ese porcentaje oscila entre el 5% y el 10% y el 8% de los consultados aseguró que está entre el 10% y el 15%. Apenas un 3% indicó que esa cifra está sobre el 15% y un 12% no sabe o no tiene esa información.
Para más de la mitad de los encuestados (54%) la cifra es igual que el año anterior. Para un 17% es mayor y un 14,5% es menor, la misma cifra de quienes dicen no saber o no contar con esa información.
¿Por qué renunciar al trabajo?
Aunque en los últimos cinco meses la tasa de desocupación muestra una caída, en el trimestre mayo – julio llegó a un 8,7%., según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Una cifra que hace con que los trabajadores no pierdan de vista la idea de cuidar el trabajo y, por lo tanto, mantenerse activos y empleados.
Sin embargo, las renuncias voluntarias se producen y, para los encuestados, los factores que más contribuyen son encontrar mejores oportunidades en otras empresas (64%), la falta de oportunidades de crecimiento en la empresa donde trabajan (32%) y problemas de conciliación entre trabajo y vida personal (24%).
De cerca se ubican los salarios por debajo del promedio del mercado (22%), condiciones de trabajo insatisfactorias (14%) y el retorno al trabajo presencial (13%). La falta de reconocimiento y recompensas (9%) y dificultades en la comunicación y feedback (9%), cierran el listado de factores.
“Renunciar voluntariamente a un trabajo siempre es una apuesta arriesgada. Desde el punto de vista del trabajador, hace falta un análisis profundo con relación a la nueva opción, los ofrecimientos y garantías, además de tener muy claro las responsabilidades y funciones a cumplir en el nuevo trabajo. Y si la oferta es conveniente, nunca olvidar seguir las recomendaciones para renunciar de manera correcta, tanto el lo legal como en la parte humana, buscando una salida que no perjudique a ninguna de las partes”, dijo el director asociado de Robert Half Chile, Caio Arnaes.