A comienzos de la década de los 90, uno de mis dibujos animados preferidos era “El Capitán Planeta”, un superhéroe de piel azul con un peinado al estilo MacGyver, que surgía para salvar el mundo cuando se combinaban los poderes de la tierra, el fuego, el viento, el agua y el corazón. Esta fantasía, que antes solo vivía en la pantalla, hoy puede hacerse realidad en nuestro país.
Un conjunto de héroes anónimos trabaja silenciosamente por diversos territorios con una misión que trasciende en lo económico; su labor está en el cuidado ambiental y en la mejora del bienestar social. Estos héroes son los Recicladores Base y su contribución no se limita a la recolección de residuos, sino que constituyen un elemento esencial en la gestión ambiental y en la promoción de un empleo digno y sostenible.
En un mundo donde la protección del medio ambiente se vuelve cada vez más urgente, los recicladores base son actores fundamentales en la gestión de residuos. Su labor comienza en los hogares, cuando las familias separan sus desechos, es ahí cuando entran en acción: recorren los barrios, recogen los materiales reciclables y les entregan una nueva vida. Su trabajo no solo reduce la contaminación y preserva los recursos naturales, sino que también evita que estos desechos terminen en las riberas de los ríos, vertederos clandestinos o, en el mejor de los casos, en rellenos sanitarios.
El impacto del trabajo de los y las recicladores base va más allá de la protección ambiental; también es un impulso para la dignidad laboral. Muchos de ellos, provienen de sectores vulnerables y ven en esta labor una oportunidad para sostener a sus familias. Para ellos, la recolección y venta de residuos no es solo su ingreso económico, sino que sienten un propósito de contribución al bienestar de la comunidad donde trabajan.
Sin embargo, los y las recicladores base enfrentan diariamente numerosos desafíos, desde la falta de reconocimiento hasta condiciones laborales precarias, su jornada se desenvuelve según la cantidad de materiales reciclables que puedan recolectar. Ante esto, es necesario que como sociedad reconozcamos y valoremos su trabajo, ofreciéndoles el respaldo y la solidaridad que merecen, para que puedan prosperar en un ambiente laboral digno y seguro. En este sentido, la separación de residuos en origen es fundamental en la cadena de reciclaje; las familias deberían considerar esta labor como parte cotidiana en las labores del hogar y así aumentar la cantidad de materiales reciclables que ellos y ellas puedan recoger.
Por ello, la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley 20.920) adquiere una mayor relevancia. Esta normativa reconoce que los productores tienen la responsabilidad de gestionar los residuos generados por sus productos en cada etapa de su vida útil. Esto implica la implementación de sistemas de recolección y reciclaje, donde los recicladores base desempeñan un papel fundamental como actores iniciales en la cadena de circularidad. Es una manera de reconocer el valor y la importancia del trabajo de éstos, como un engranaje elemental en la gestión integral de residuos y brindándoles el apoyo necesario para que continúen con su labor en condiciones dignas y seguras. Por ello, la Ley 20.920 exige a los recicladores base, la obtención de la certificación de competencia laboral. Este reconocimiento les permite establecer acuerdos de colaboración con empresas, lo que refuerza el papel vital en la gestión integral de los residuos, brindándoles oportunidades concretas para crecer y contribuir aún más a la comunidad y al medio ambiente.
Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, aproximadamente 60.000 recicladores base operan a nivel nacional. En nuestra región de O’Higgins, contamos con un registro de alrededor de 120 personas dedicadas a esta labor. Como SEREMI de Medio Ambiente, hemos colaborado estrechamente con el SENCE Regional para desarrollar un proyecto que permita certificar las competencias de los recicladores, como lo establece la Ley 20.920. Mismo caso con el FOSIS, cuyo objetivo es mejorar las herramientas de trabajo que tanto necesitan nuestros valientes héroes y heroínas del reciclaje (ambos proyectos esperan el financiamiento del Gobierno Regional). Además, hemos llevado a cabo mesas de trabajo con los recicladores base que operan en el cono norte de nuestra región, para motivar su agrupación como cooperativa, lo que facilitaría el acceso a financiamiento proveniente de diversas instituciones públicas o privadas, que permita la adquisición de maquinaria, vehículos de trabajo, implementar mejoras en la gestión administrativa, entre otras iniciativas.
El Gobierno Ecológico del Presidente Boric está comprometido con la integración de los y las recicladores base en los sistemas de reciclaje, asegurando que tengan una participación activa y acceso a condiciones laborales dignas. Además, continuamos promoviendo la educación ambiental ciudadana y sensibilizando sobre la importancia del trabajo de estos hombres y mujeres, así como el impacto positivo que tienen en nuestras comunidades.
Finalmente, estos “capitanes planeta” representan un ejemplo de compromiso y dedicación en la protección del medio ambiente. Su labor es fundamental para avanzar hacia una sociedad más sostenible y justa. No esperemos que sea 01 de Marzo para conmemorar su día, sino que reconozcamos diariamente el valioso aporte que entregan, al igual que dignificar la labor que realizan, esto permitirá la construcción de un Chile más verde y equitativo para todos y todas.
Giovanna Amaya Peña
Seremi del Medio Ambiente
Región de O’Higgins
Ing., MSc., M.B.A, PhD ©