En unos días más se cumplirán 40 años de la primera protesta nacional contra la dictadura cívico militar y el inicio del término del régimen. Hablar de los años 80 es muy difícil, para la comprensión de quienes no la vivieron y/o estaban muy pequeños, trataré de recordar algunos hechos. Éramos gobernados por la Dictadura más atroz y criminal que ha tenido Chile desde su fundación, los sindicatos eran controlados por la dictadura y los dirigentes sindicales eran asignados por los intendentes regionales según decreto Nº 198 hasta el año 1980, fecha histórica donde los sindicatos empezaron a l elegir a sus representantes, a través de elecciones democráticas y donde salieron electos muchos jóvenes idealista con un pasado político, lo primero a cambiar era del lenguaje que usaban algunos líderes sindicales que se sentían orgulloso de ser “lame botas de la dictadura”, Frase de Bernardino Castillo- Presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre.
La primera gran lucha era lograr los votos a nivel nacional para sacar a estos elementos traidores a los trabajadores y recuperar el prestigio de esta institución, el primer hombre fue Emilio Torres Torres- presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre año 1982 y principio de 1983, quien recorrió todas las divisiones de Codelco y preparó un camino sindical ordenando a los sindicatos. La Confederación de Trabajadores del cobre, dejó interdicto la Zonal El Teniente que era presidida por Guillermo Medina Gálvez, dirigente y funcionario de la dictadura como Consejero de Estado, por sus permanentes actitudes contraria a los acuerdos nacionales y además no enviar las cuotas que pertenecían a la CTC.
El dejar interdicto la Zonal El Teniente, fue otro momento importante en los sindicatos del El Teniente, habíamos logrado que los dirigentes electos democráticamente decidiéramos elegir una nueva directiva para la Zonal, el primer ofrecimiento para ser presidente de la Zonal fue para el compañero socialista Hernán Garrido Faundez, quién no aceptó dicho cargo, en esta misma reunión Eugenio López López quedó comprometido como presidente de la Zonal El Teniente con el apoyo de todos los dirigentes sindicales que estábamos en contra de los abusos de la dictadura, ya elegida la nueva Zonal El Teniente, la directiva relega a Guillermo Medina , como último director.
Aquí otro momento sindical donde Medina no acepto entregar las oficinas en la que operaba la Zonal El Teniente en el Sindicato Industrial Rancagua, para la ocasión exhibió una carta donde decía que la sede que ocupaba como Zonal, estaba autorizada para ser ocupada por el Consejero de Estado, la cual firmaban los dirigentes sindicales de dicha organización, Lillo, Jorquera y Cisterna. Ocasión en que les recriminamos a Medina y sus dirigentes, que de haber sabido que era una oficina de la dictadura no hubiésemos pisado nunca ese lugar.
El Sindicato Profesional Coya Pangal, en una elección para ratificar su afiliación a la CTC. los trabajadores prácticamente no acudieron por presión política empresarial, quedando Emilio Torres Torres fuera de la presidencia de la CTC. Para su reemplazo temporal y a la espera de una nueva elección, el reemplazante sugerido era Eugenio López López, a esta fecha ya había sido elegido dirigente sindical Rodolfo Seguel Molina, en esa época simpatizante del PDC, aquí se acuerda que sea Seguel porque López era Presidente Zonal y primera mayoría en su Sindicato Industrial Sewell y Mina Nº 8, el más numeroso de la División El Teniente, se argumentaba que perjudicaría a López, porque sería un reemplazo mientras se hacían las nuevas elecciones en el Sindicato Profesional Coya y Pangal, la nueva elección no se realizó quedando Emilio Torres Torres fuera de la CTC.
Sin duda, fue un acierto la designación de Rodolfo Seguel Molina, en la presidencia de la CTC, pudo demostrar desde su inicio por su carácter, quien era el presidente y seguir el camino ya trazado. Recuerdo su primera conferencia de prensa mientras lo esperaban en el salón de la CTC, los dirigentes nacionales y periodistas, Seguel demostró inmediatamente su calidad de líder, donde les dijo, la entrevista la doy desde mi oficina presidencial , sin duda que marcó un cambio de timón en la CTC mostrando poder y autoridad, a pocos meses tuvo que llamar a un congreso nacional de la CTC para acordar el rumbo de los trabajadores a nivel nacional de la Confederación del Cobre, pero acompañado de un nuevo mandato del Congreso de la CTC, con la aprobación del voto político de la Zonal El Salvador que decía: “NO ES UNA LEY MAS O UNA LEY MENOS, SINO EL CAMBIO DE SISTEMA”, Punta de Tralca Abril 1983, un liderazgo valiente, atrevido, sin claudicar a las amenazas de la dictadura, a pocos meses de su mandato debió llamar a Paro Nacional de los Trabajadores del Cobre para el día 11 mayo 1983, el trabajo en la base sindical fue un éxito, los trabajadores estaban preparados para la huelga.
Rodolfo Seguel, a pocos días del plazo para llamar a Paro Nacional, nos cita a una reunión del Consejo Nacional de la CTC y a los presidentes zonales, nos informa que ha decidido no llamar a paro, pero sí a una GRAN PROTESTA NACIONA. Debo confesar que a la mayoría de los presentes les causó molestia esta decisión, personalmente tuve palabras muy fuertes por esta decisión, pero su liderazgo fue relevante para ese momento histórico en la que salieron a las calles millones y millones de personas pidiendo libertad y termino de la dictadura.
En los anales sindicales, sin duda Rodolfo Seguel Molina, se convirtió en un gran líder sindical que fue capaz de poner a la CTC en un rol protagónico, esta lucha no era por reivindicaciones económicas sino por los intereses de un pueblo reprimido. Rodolfo fue encarcelado, perseguido, amenazado, torturado, secuestrado, exonerado, pero nunca noté en él alguna debilidad para enfrentar los momentos difíciles.
Una Huelga Nacional de los trabajadores del cobre tras el secuestro de su presidente Rodolfo Seguel Molina, ocurrida el día 15 de junio 1983, el día 17 junio paralizaron faenas 22.000 trabajadores del cobre que fueron a una huelga de 24 horas como protesta por el secuestro de su líder, el presidente de la CTC. y Comando Nacional de Trabajadores (CNT), Rodolfo Seguel Moilina. Quedando así paralizadas las actividades en las grandes minas de El Teniente, La Andina y El Salvador. Desgraciadamente nuestros hermanos de clase de Chuquicamata, nos los acompañaron es este paro.
En Rancagua, junto a Eduardo Díaz Solís y Mario Márquez Maldonado, fuimos testigo de la gran valentía de Seguel. Después de un acto que habíamos tenido en el Sindicato Sewell y Mina en agosto de 1983 con Radomiro Tomic y con sindicato lleno, Rodolfo fue con su familia, hijos menores y esposa, a la Parrillada Lizana, a pocos momentos de su llegada y estando la mesa servida, empezaron las provocaciones de un grupo de personas que acompañaban en otra mesa de más de 20 personas y en la que se encontraba el Intendente Eduardo Silva. Seguel ante las provocaciones, amenazas directas hacia él, llama al abogado Mario Márquez M.,a Eduardo Díaz y a Eugenio López López. Estábamos en nuestras casas, pero al llamado de Rodolfo acudimos de inmediato, sorpresa para nosotros ver que los provocadores eran nada menos que el Intendente en un estado de borrachera junto a los Alcaldes de la Región, uno de ellos Alcalde de Las Cabras- Juan Masferrer Pellizzari, éste último amenazaba con una pistola a Seguel en la cabeza, ni siquiera en ese momentos noté temor de parte de nuestro gran líder, el borracho intendente había llamado al Regimiento donde acudieron camiones de militares, PDI, Autos de la Policía y agentes de Civil CNI, quienes rodearon dicho recinto. Los otros comensales, ante el susto de lo que podía pasar, empezaron a retirarse aterrorizados.
El liderazgo de Rodolfo Seguel, fue admirado por chilenos y por la comunidad internacional invitado a numerosos encuentros internacionales para dar a conocer y denunciar las violaciones a los derechos humanos que ocurrían en Chile.
Recientemente, he tomado conocimiento que el alcalde de la Ilustre Municipalidad de Rancagua, Juan Ramón Godoy y el Consejo Comunal, acordaron por una unanimidad nombrarlo Hijo Ilustre de la Ciudad de Rancagua, este reconocimiento él es merecedor de esta distinción, de justicia, orgullo para él y su familia y para todos los rancagüinos, y en especial para los trabajadores del cobre, de la cual me siento muy feliz de haberlo acompañado en estas grandes batallas.
Eugenio López López