En todos los análisis acerca de la sequía, y el enorme impacto que ésta tiene en la producción de alimentos, surge como una respuesta importante el riego y la mayor eficiencia que en el uso del agua que éste representa para el sector agrícola.
Rápidamente la conversación se orienta a tecnologías, técnicas, equipos y otros aspectos, pero pocas veces no detenemos a pensar en el agricultor, en el técnico, o en la persona que deberá utilizar, mantener y reparar estos equipos de la mejor manera posible.
El riego es una forma en que el hombre, desde la mayor antigüedad, ha utilizado su capacidad de resolver problemas, para producir sus alimentos sin necesidad de tener que “esperar” que las lluvias ocurran en los momentos necesarios. Con el tiempo, se ha ido sofisticando y complejizando, considerando nuevos aspectos mecánicos y prácticos, introduciendo una mirada científica de control de variables, de conocimiento sobre fluidos, etc. Sin embargo, la mayor complejidad de los equipos y sistemas de riego no necesariamente ha sido acompañada del fortalecimiento del conocimiento y competencias que deben tener quienes operan dichos sistemas.
A pesar de tener una superficie importante con riego tecnificado que, según cálculos de la Comisión Nacional de Riego (CNR), es sobre el 40% de la superficie total regada, diversos estudios (Gurovich, etc.) coinciden en que tenemos, como país, un desafío importante en el uso de estos equipos de riego tecnificado, y que la eficiencia que estamos logrando de ellos está muy por debajo de su eficiencia de diseño. Esto se da en todo tipo de agricultores, pero más marcadamente en la pequeña agricultura.
Todas estas razones han llevado al Ministerio de Agricultura a definir una línea de trabajo importante en capacitación para el uso del agua. De esta manera, la CNR ha capacitado entre 2018 y 2021 a 3.700 agricultores y personas relacionadas al uso del agua, y ha triplicado la cantidad de cursos que dicta anualmente. Por su parte, Indap ha capacitado a 805 agricultores en temas de cambio climático, y la Fundación para la Innovación Agrícola (FIA) ha capacitado a 500 productores agrícolas y extensionistas y a 520 alumnos y docentes de liceos agrícolas. Prontamente, en Ñuble se capacitarán 210 productores y extensionistas y 90 alumnos y docentes. Parte de lo anterior ha quedado disponible para cualquier persona que quiera aumentar su conocimiento en riego, a través de la plataforma chileagricola.cl que ha concentrado una gran cantidad de material disponible, permitiendo el acceso gratuito a muy buenos cursos, fichas, videos y manuales para niveles básico, intermedio y avanzado.
En tiempos que el avance de la tecnología de riego es acelerado, en que la importancia del agua es cada vez mayor, es fundamental mantener un nivel de conocimiento muy alto entre quienes tendrán la misión de usar los equipos de riego. Desde el Ministerio de Agricultura entendemos que el foco no puede estar en sólo el equipo de riego, sino en la persona que lo utilizará. Estamos buscando cerrar la brecha en la pequeña agricultura y hemos iniciado un camino claro y definido para poder capacitar cada vez más a agricultores y agricultoras. Tenemos un largo camino por recorrer y esperamos que la nueva administración continúe en este desafío que Chile y el cambio climático nos plantea.