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LOS CUATRO PRINCIPALES RIESGOS A LOS QUE SE EXPONE UN SOLDADOR

Suelen estar asociados a las variables como energías utilizadas y operaciones complementarias.

Los elementos de protección deben tener características estratégicas para cuidar cada parte del cuerpo de quien desarrolle estas funciones.

El trabajo de un soldador o soldadora está expuesto a diversos riesgos de seguridad, debido a las herramientas que utiliza y las condiciones externas como exposición a la llama, proyecciones de partículas, choques eléctircos, entre muchos otros factores. Por esto, es vital estar en conocimiento sobre a qué se exponen quienes se dedican a funciones relacionadas y qué elementos de protección deben utilizar a la hora de llevarlas a cabo.

De acuerdo a los expertos de Air Products-Indura existen cuatro riesgos principales, que tienen que ver con:

1.- Energías utilizadas: En la eléctrica hay riesgo de electrocución y quemaduras; cuando son llamas, exposición a quemaduras y posibilidad de incendios; y al manejar gases, riesgo de explosión, incendio y quemaduras.

2.- El proceso en sí: Se generan radiaciones no ionizantes, que son perjudiciales para los ojos y la piel; también la generación de gases y humos, donde su composición dependerá del electrodo, los metales a soldar y la temperatura.

3.- Operaciones complementarias: Como, por ejemplo, amolado, cepillado y desbarbado.

4.- Condiciones en las que se desarrolla el trabajo: En actividades en altura, en recintos cerrados o espacios confinados.

Es por esto que los elementos de protección son fundamentales para hombres y mujeres que se desenvuelven en este rubro cada vez más profesional. En ese sentido, Mauricio Ibarra, Gerente Desarrollo & Producción de soldadura de Air Products-Indura, plantea que “para minimizar y/o reducir el riesgo de los efectos de la radiación del arco eléctrico se utilizan las máscaras de soldar que es la característica de los soldadores, el visor debe tener filtros inactínicos de acuerdo al proceso e intensidad de corriente empleada”. Además, las gafas de seguridad cuidan al estar expuesto a proyección de partículas; las caretas se utilizan en trabajos que requieran la protección de la cara completa como al manipular la pulidora, el esmeril o la sierra circular. También debe considerarse el gorro o capucha, que resguarda el cabello y el cuero cabelludo, especialmente, cuando se hacen soldaduras en posiciones”.

El especialista detalla que también hay elementos que contribuyen al cuidado respiratorio, como “mascarillas para humos metálicos o respiradores con filtro, los que deben usarse siempre debajo de la máscara para soldar y, además, deben reemplazarse al menos una vez a la semana”. Lo mismo para brazos y manos, como “guantes de cuero, tipo mosquetero con costura interna, para proteger las manos y muñecas al manipular las piezas metálicas calientes; y mangas o casaca de cuero, que se utilizan para aplicar soldaduras en posiciones verticales y sobre cabeza”, ejemplifica.

Finalmente, Ibarra precisa que, para la protección de pies y piernas, “se deben adquirir botas de cuero con puntera de acero para cuidar los pies de la posible caída de piezas o elementos pesados y rodilleras para comodidad cuando se debe soldar apoyado”. Y para el cuerpo a nivel general, “debe usarse delantal de cuero, para enfrentar salpicaduras ola exposición a los rayos ultravioletas; también existen overoles tejidos a base de algodón resistentes a las salpicaduras (nunca tejidos sintéticos). La pierna del pantalón debe cubrir las botas para evitar que penetren salpicaduras dentro de las mismas y las mangas de la camisa deben ser largas para proteger los brazos”. “La ropa del soldador siempre debe permanecer seca para evitar descargas”, enfatiza.

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