Sin duda alguna, la mujer ha tenido un rol relevante en estos últimos tiempos, en cuanto a la apertura en nuevos campos de desempeño, en entendido de su complejidad, y donde ha llegado a aportar con fuerza e integridad. La razón de lo anterior es el reconocimiento de que la igualdad de género y la apertura laboral que están realizando empresas e instituciones dentro de sus políticas internas, es el camino que logra disminuir la brecha de cargos entre hombres y mujeres.
Es así como las empresas que fomentan tanto la contratación como la promoción por méritos, sin tener en cuenta el género de la persona en cuestión, son cada vez más numerosas. Además, estudios han demostrado que la diversidad de género fomenta la colaboración, a la vez que impulsa la productividad, y esto está en el foco de todas las compañías.
Asimismo, gracias al aumento de las demandas de grupos femeninos que buscan progresar en el plano laboral y en el sector de la logística, se ha ido rompiendo la barrera que todavía existe para que la mujer gane peso dentro de las cadenas logísticas de las empresas. Esto es propio de un sector que está evolucionando, principalmente por el impacto de las nuevas tecnologías, lo que a su vez hace que también cambien los perfiles necesarios.
La apertura comercial, desde la perspectiva de la interrelación de mercados, oportunidad de nuevos pasos de mercaderías y la mayor exigencia de especialistas en logística – en especial en países como el nuestro que se ha caracterizado por ser la puerta de entrada y salida de productos de nuestros vecinos comerciales – ha hecho relevante la presencia activa de la mujer, tanto en el liderazgo como en su gestión. Es un horizonte que dará la bienvenida a nuevas generaciones que valoren la presencia de ellas en las cadenas logísticas.
Por Claudio E. Castillo Rojas
Contador Auditor
Docente del Área Administración
IP-CFT Santo Tomás, sede Rancagua
