Esta iniciativa permite que las y los alumnos de la Universidad Estatal de O’Higgins “se involucren, entregando sus competencias, conocimientos, aprendizaje, en pos del servicio a la comunidad”, explicó la jefa de carrera de Ingeniería Comercial.
Aportar a la comunidad local a través de los aprendizajes adquiridos durante su carrera, fue el uno de los objetivos de la iniciativa “Aprendizaje más servicio”, que la Universidad Estatal de O’Higgins está implementando para las y los estudiantes de las 23 carreras de la casa de estudios. En ese contexto, el curso “Vinculación con el desarrollo territorial”, impartido en la carrera de Ingeniería Comercial, perteneciente a la Escuela de Ciencias Sociales, fue pionero.
Esta iniciativa, que contó con el apoyo de la Fundación para la Superación de la Pobreza, permitió que futuros ingenieros e ingenieras comerciales conocieran la realidad de emprendedores de la región, sus necesidades y aportaran con sus ideas para entregarles oportunidades de desarrollo y mejora.
“Hace mucho tiempo se quería trabajar con Aprendizaje más servicio, que tiene que ver con que los alumnos se involucren, entregando sus competencias, conocimientos, aprendizaje, en pos del servicio a la comunidad, pero con algo concreto y real”, explicó la jefa de carrera de Ingeniería Comercial, Bárbara Acuña.
En lo concreto, estudiantes de 8vo semestre, de la mención Administración de la carrera, se reunieron con emprendedores y emprendedoras de sectores rurales de la Región de O’Higgins. “Se contactaron con los emprendedores y analizaron; hicieron un diagnóstico de la realidad, de sus necesidades”, detalló la jefa de carrera.
“Nuestros estudiantes aportaron dando solución a un problema”, afirmó la docente. De esta forma, “si existía la necesidad de recursos para que un emprendedor pudiera crecer, ampliarse, hacer crecer su segmento, los alumnos apoyaron grabando un video, donde le daban a conocer cuáles son las posibilidades de recursos, fondos concursables, a los que pueden acceder”. Asimismo, “si otro tenía problemas para generar una empresa o cómo proponer un proyecto, entonces los alumnos hicieron infografías, explicando detalladamente el procedimiento para poder desarrollarlo”.
“Esto no quedó solo en buenas intenciones, no quedó un trabajo universitario, sino que a los emprendedores se les entregó este insumo y soluciones”, recalcó la ingeniera comercial.
Finalmente, la jefa de carrera de Ingeniería Comercial recalcó que “para nosotros como carrera esto es sumamente relevante, porque los estudiantes primero: pusieron a disposición las competencias que han adquirido en estos ocho semestres de carrera; segundo: lograron un gran nivel de empatía al comprender las necesidades reales de un grupo de emprendedores, y se vieron en la necesidad de aplicar una competencia como la empatía, el saber escuchar, compatibilizar y hacerse responsables”.