Benjamín Abarca Romero, destacado deportista Rancagüino, nace 13 de mayo 1939. Su vida deportiva se inició tempranamente cuando cursaba su educación media en el Instituto Comercial de Rancagua.
El joven Benjamín desarrollo su espíritu deportivo participando en múltiples disciplinas; como el lanzamiento de la bala, la jabalina, carreras de fondo y medio fondo, entre otras.
No obstante, de mantenerse toda su vida ligada a correr y a ejercitarse hasta hoy será el Karate la pasión que lo llevará a desarrollar una carrera muy persistente y reconocida en la comuna y el país.
Corría la década de los sesenta (1967) y los hermanos Fernández Raúl, Roberto y Ricardo iniciaban su academia de karate en Santiago, inspirada en las enseñanzas del maestro japones Akamine, del cual fueron alumnos. En este proceso don Benjamín se unirá como aprendiz y recorrerá todas las instancias de formación escalando cada uno de los grados y recibiendo el reconocimiento de sus formadores.
Entre los hitos más significativos, estará la fundación de su propia academia de Karate “ Ken Shin Kan” , en la ciudad de Rancagua, en los años ochenta y que se extendió hasta el año 2007. El “Dojo” , instalado por el “Sen Sei” Abarca, ubicado en la población “El Escudo” de nuestra ciudad, promoverá la formación de muchos deportistas del área que irán emergiendo posteriormente a sus propios proyectos personales.
En paralelo su desarrollo lo llevara a contribuir en las esferas nacionales por más de doce años, primero como asesor de la Federación de Karate de Chile, que le valió un reconocimiento unánime de la organización en el año 2011 y luego en cargos directivos como tesorero, vicepresidente y presidente de la federación en el año 2014. En esta aventura fueros reiterados los viajes al exterior acompañando a distintas delegaciones de deportistas que competían fuera del país.
La última figuración publica de don Benjamín como deportista fue el 2019. En la ocasión su escuela madre “ Ken Shin Kan” liderada por el sensey Raúl Fernández y en presencia de gran parte de los lideres de esta escuela, fue distinguido con el Octavo Dan , reservado a unos pocos Maestros en Chile y en donde Benjamín Abarca fue uno de los primeros.
Hoy retirado de la vida deportiva, deja como contribución el ejemplo de persistencia, dedicación y la entrega al servicio de otros. Hoy los caminos están mas despejados para avanzar en los escalones del deporte, en parte, por los esfuerzos como hombres como Benjamín Abarca Romero.
Hacemos notar que este hombre de presencia fornida y de expresión amable en el trato, dueño de una personalidad cordial pero firme en sus propósitos, deja una huella imborrable a quienes lo han conocido. Es difícil definir a este deportista que conjuntamente cultivo muchas otras facetas de tanta importancia o más de la que estamos relevando en esta nota.
Agradecemos el aporte de este hombre tan completo a su ciudad, comunidad y también el país. Faltan estos patriarcas hoy en nuestra escena pública, tanto aporte e inspiración para las nuevas generaciones. Gracias don Benjamín.
Mauricio Aguerrebere
Historiador