A punta de esfuerzo y perseverancia, Nana Mouscuorie Jacques, de origen haitiano, se ha podido ganar un espacio como funcionaria en el Cesfam Oriente de San Fernando.
El Cesfam Oriente de la comuna de San Fernando se convirtió en el primer centro de salud de la región en contar con una operadora de la Oficina de Informaciones Reclamos y Sugerencias (OIRS) de carácter multicultural, se trata de Nana Mouscuorie Jacques, de origen haitiano, quien tras trabajar por cuatro años como auxiliar de aseo y fruto de su esfuerzo y perseverancia, se le presentó la oportunidad de asumir este nuevo desafío que la llena de ilusión.
La historia de Nana no ha sido fácil, consultada respecto al porqué de su decisión de dejar su hogar, ella afirma que “lo que me motivó a salir de Haití, es el tema del trabajo, principalmente por mi pareja. Yo estudié para ser tecnólogo médico y en el tercer año de estudio, comencé a estudiar en una clínica, mi pareja estudiaba lo mismo, pero cuando terminamos los cuatro años, él nunca pudo encontrar trabajo, por lo que decidió salir del país”.
Luego de analizar más de una decena de países, finalmente tomaron una decisión, debido a que “Chile -explica- era uno de los pocos países en los que no se necesitaba visa para ingresar, solo se necesitaba comprar un pasaje que te permite el ingreso. Mi pareja se vino primero y, después de siete meses, me compró los pasajes para viajar, porque el dinero que ganaba en Haití, no me alcanzaba”.
Es así como Nana arriba un 7 de septiembre de 2017, pero como mencionamos al comienzo de esta historia, su llegada al país le tenía deparada una serie de obstáculos. “Llego acá y se me cae el mundo, porque primero fui a consultar por la convalidación de mi título y me dicen que no era válido en Chile y que tenía que empezar de cero, sacar cuarto medio de nuevo. Los seis primeros meses viviendo en Chile fueron muy duros, principalmente por el lenguaje, yo entendía todo, pero para hablar, me costaba mucho”, relata la funcionaria del Cesfam.
Pero la suerte de esta mujer proveniente de Haití, estaba a punto de cambiar. Un día, que ella describe como “milagroso, porque a los tres meses de llegar a Chile, llego a San Fernando, mi pareja estaba trabajando en el supermercado. Un día, él se enferma y una señora lo trae al SAPU, ahí le indican que se realice un control al cual yo lo acompañé. Cuando llegamos, me dirijo hacia la directora y le pregunto si tenía algún trabajo para ofrecer. En ese entonces, yo no hablaba español, entendía, pero no hablaba, mi pareja era mi traductor. Ella me dice que necesita gente para trabajar, pero tenía que tener un RUT. Como el trámite se demoraba, saqué uno provisorio y me presenté con un currículum, el cual lo presentamos en el Cesfam. El 2 de enero de 2018, me llamaron y me dijeron si podía venir al consultorio a trabajar como auxiliar de aseo”.
Ese año fue muy especial puesto que no solo encontró trabajo sino que además nos comenta que “el 2018 me embarazo de mi hija, que ahora va a cumplir 3 años, y salgo con pre y post natal, en ese período aproveché de sacar mi cuarto medio y luego comienzo a estudiar enfermería y un curso de asistente administrativo. Luego de terminarlo, hablo con mi jefatura, contándole que terminé y que podía ser útil acá. Ella me dice que me va a proponer en caso de encontrar un cargo”.
Pasó un tiempo antes de recibir la noticia que ella tanto había esperado. “En enero de 2022, mi jefa me llama y me dice que me va a dar la oportunidad, porque necesitaba a un oficial administrativo, pero que necesitaba que trabajara en la OIRS porque llega mucha gente haitiana. Y es así como en el mes de febrero me convertí en operadora OIRS”, sostuvo la funcionaria.
La directora (s) del Cesfam Oriente, Ana María Lorca, reconoce el esfuerzo y evolución de la ahora oficial administrativo, expresando que “en el transcurso de estos años Nana se tuvo que adaptar de manera de poder comprender nuestro lenguaje, porque cuando llegó no entendía mucho las indicaciones, como todos quienes vienen desde Haití a Chile, lo que más les cuesta es aprender otro idioma. Ella se desenvolvió súper bien, aprendió súper rápido y con hartas ganas”.
Respecto a su desempeño, la enfermera manifiesta que “la evaluación general es que es una excelente funcionaria, con muy buena disposición al trabajo, colaboradora, buena compañera, empática y yo creo que eso es fundamental para poder desarrollar su labor dentro de la OIRS en la cual está en contacto directo con personas, necesitábamos a alguien que tuviera estas habilidades y qué mejor que ella para darle la oportunidad, porque nosotros consideramos que somos un CESFAM inclusivo en temas laborales y esto deja visto que efectivamente trabajamos en ese sentido”.
Finalmente, Nana Mouscuorie Jacques, quien según nos confidenció, recibió su particular nombre debido a que su padre era fanático de la cantante griega, nos cuenta que está muy contenta con lo obtenido hasta ahora, pero quiere seguir desarrollándose, declarando que “es una experiencia maravillosa (trabajar en el Cesfam), porque es lo que siempre había querido lograr, verme a mí creciendo día a día, eso me da mucha fortaleza para seguir viviendo en Chile. A futuro quiero lograr muchas cosas, espero una vez terminada mi carrera de enfermería, seguir trabajando acá, porque son mi familia, quienes me acogieron. La idea es ir subiendo, poco a poco la escalera, para llegar donde quiero llegar”.