El 2 de febrero se celebra el Día Internacional de estos ecosistemas que cubren alrededor del 6% de la superficie terrestre.“Los humedales desempeñan roles ecológicos fundamentales y ofrecen múltiples beneficios ambientales. Son esenciales para la regulación del ciclo del agua, actuando como ‘esponjas naturales’ que retienen y liberan agua, lo cual es crucial para mitigar inundaciones y sequías. También pueden mejorar la calidad de las aguas, ya que pueden filtrar y eliminar toxinas, exceso de nutrientes y retener sedimentos” detalla la académica del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), Gemma Rojo, al explicar la importancia de estos ecosistemas. A estos argumentos se suma que son importantes reservorios de biodiversidad, sustentando una amplia gama de vida silvestre. “Estos ecosistemas son, además, vitales para el secuestro de carbono, ayudando en la lucha contra el cambio climático. Por lo tanto, proporcionan servicios esenciales para los seres humanos, como recursos de agua dulce, pesca, turismo y recreación. En resumen, son indispensables para la salud ambiental del planeta y el bienestar humano”, sostiene.
Definición y características
Pero, ¿qué es un humedal? Gemma Rojo explica que es un ecosistema caracterizado por la presencia de agua, “ya sea de manera permanente o estacional, lo que determina una flora y fauna específicas adaptadas a estas condiciones hídricas. Estos ecosistemas pueden ser naturales o artificiales y abarcan una diversidad de hábitats, como marismas (terreno bajo y pantanoso que inundan las aguas del mar); pantanos, turberas (humedal ácido); estuarios (estero), lagunas, y manglares (plantas leñosas)”. Sobre sus características, indica que los humedales se distinguen por su suelo saturado, la presencia de vegetación adaptada a condiciones de inundación y su función como ecosistemas de transición entre ambientes terrestres y acuáticos. “Son reconocidos por su alta productividad biológica y por albergar una biodiversidad significativa, proporcionando hábitat crítico para muchas especies, incluidas algunas endémicas y amenazadas”.
Día de los humedales
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 2 de febrero de cada año como el Día Mundial de los Humedales para concienciar sobre la urgencia de revertir la pérdida acelerada de los humedales y promover su conservación y restauración. El tema para el año 2024 es “Los humedales y el bienestar humano”, con el fin de dar a conocer que aspectos como la salud física, mental y ambiental, entre muchos otros, están ligados a la salud de los humedales del mundo. En términos de extensión -a nivel mundial- los humedales cubren alrededor de 6% de la superficie terrestre y son el hábitat del 40% de todas las especies de plantas y animales. “En Chile, los humedales están enfrentando desafíos significativos debido a la contaminación causada por actividades humanas. Entre éstas, destaca el uso excesivo de fertilizantes sintéticos en la agricultura intensiva, la creciente urbanización y los impactos del cambio climático, entre otros factores. Estas actividades están llevando a la pérdida y degradación de muchos humedales, así como a su eutrofización (presencia excesiva de nutrientes)”, explica la Dra. Gemma Rojo.
Sobre la situación de los humedales en la Región de O’Higgins, la actual Seremi del Medioambiente y docente de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ECA3), Giovanna Amaya, indica que estos sistemas enfrentan desafíos significativos. “Como Gobierno estamos trabajando, intensamente, en la protección de estos patrimonios naturales. En el secano costero de nuestra región, los humedales son extremadamente sensibles a cualquier actividad que se desarrolle en su entorno. Además, han sido afectados por el cambio climático, evidenciado por el aumento de las precipitaciones en invierno y el consiguiente arrastre de sedimentos, lo que incrementa el desafío de mantener abiertas las barras, en el caso de los humedales costeros”, puntualiza. Sobre los ubicados en los valles de O’Higgins, Giovanna Amaya, señala que “se han observado impactos significativos debido al aumento de los caudales invernales. Un ejemplo es el humedal de Purén Idahue, en la comuna de Coltauco, donde el desbordamiento causó estragos en las poblaciones cercanas”.
Rurales y urbanos
La autoridad regional señala que un desafío particular, en materia de protección, se presenta con los humedales rurales, ya que la legislación actual “solo contempla la protección de los humedales urbanos a través de una ley específica, mientras que los humedales rurales no tienen una normativa como tal, sino que su cautela debe ser obtenida a través de otras figuras de protección en sitios prioritarios”. Frente a ello, detalla que el Gobierno Regional y el Comité Regional de Humedales están trabajando para establecer “mecanismos jurídicos que permitan su garantía de conservación, como su designación como santuarios de la naturaleza (SN), derechos reales de conservación (DRC) o reservas naturales municipales (RENAMU)”.
La UOH activa en la protección de los humedales
Desde fines del 2021, la UOH trabaja -en conjunto con la Municipalidad de Pichilemu y la Seremía del Medioambiente de O’Higgins- en el monitoreo del Humedal Petrel (primer humedal urbano declarado en la región), en el marco del proyecto “Sistema articulado de investigación en cambio climático y sustentabilidad de zonas costeras de Chile”, a través del URO RED 21992, financiado por el MINEDUC. Como detalla Claudia Rojas, coordinadora del proyecto en la UOH, investigadores del ICA3, del ICI (ambos institutos de la UOH) y de la Universidad de Playa Ancha monitorean la calidad de aguas superficiales y subterráneas; el estado de conservación de suelos ribereños asociados al humedal y al estero San Antonio; la dinámica de la barra y de aguas subterráneas; la emisión de gases de efecto invernadero y el monitoreo meteorológico de la zona. “El registro de tres años de las condiciones ambientales del ecosistema ribereño asociado al humedal Petrel y al estero San Antonio y el trabajo con la comunidad -para la valorización de los servicios ecosistémicos- se pondrá a disposición de la Municipalidad de Pichilemu para orientar la toma de decisiones en cuanto a la gestión y gobernanza del humedal”, explica la académica Claudia Rojas. Y acota que esto es de especial importancia en el marco de trabajo que se desarrollará en el Comité Comunal de Humedales de Pichilemu, donde el ICA3 es parte. Asimismo, en el aspecto científico, permitirá “dimensionar los impactos antrópicos en los humedales, como ecosistemas, y evaluar propuestas futuras de mitigación”, asegura. Asimismo, la académica Gemma Rojo, lidera el proyecto FIC “Transferencia Laboratorio de Ecosistemas de Humedales”, que financia el Gobierno Regional de O’Higgins, y que cuenta con el apoyo de la Seremía del Medio Ambiente y se desarrolla en colaboración con las municipalidades de Las Cabras, Pichidegua y Pichilemu. El estudio busca investigar la diversidad biológica y los procesos ecológicos de cinco de estos ecosistemas de humedales. “El objetivo es identificar y aprovechar oportunidades para la remediación ambiental sostenible, buscando soluciones que respeten y preserven la integridad ecológica de estos valiosos hábitats naturales”, sostiene la académica ICA3.